CAMBIO DE HÁBITOS HACIA UNA SOCIEDAD COHERENTE ... O SOSTENIBLE
Con el tiempo, la sociedad se ha dado cuenta que para ayudar a
generar un cambio de conciencia, de maneras de trabajar y de proceder, se debía
poner un poco de luz en temas referentes a la sostenibilidad, importantes para
nuestra vida diaria. El conocimiento sobre la amenaza de nuestra conducta sobre
el medioambiente parece aumentar a gran velocidad, sin embargo, a medida que
vamos siendo conscientes del efecto de nuestra actividad sobre el planeta, no
ocurre lo mismo con las propuestas o soluciones que necesitamos encontrar para
enfrentarnos a esta amenaza. Los avances tecnológicos en materia medioambiental
y la conciencia global están creciendo día a día, intentando anticipar de
alguna forma los efectos negativos (no siendo suficiente para salvaguardar
nuestro medio natural en buen estado de salud, con actitudes cómodas e inactivas).
No podemos esperar a tener una justificación científica o una
normativa que nos obligue a la toma de decisiones, sino que debemos actuar con
conciencia y anticipación. La decisión personal de contribuir a no empobrecer
más la calidad de nuestro entorno tiene que ver más con nuestra conciencia. Desde
un punto de vista más global y menos doméstico, ya hace varios años que se intenta
poner dimensión al problema de la contaminación y el deterioro de nuestro
entorno natural, cuyas consecuencias sufrimos a diario. Por ejemplo, a través del cambio climático, que ya no es
una loca teoría sino una realidad.
Las sociedades primitivas eran sostenibles por necesidad. A
pesar de que vivían de explotar la naturaleza y extraer de ella todo lo que
podían según su nivel de desarrollo, la falta de recursos técnicos y la baja
densidad de población mundial favorecía una recuperación natural a mayor velocidad
que la explotación humana. Si no se producía así, esta sociedad moría por falta
de recursos o tenía que migrar, siempre que existiera un ámbito territorial
suficiente que no estuviera en concurrencia de explotación con otros pueblos. Dos
aspectos fundamentales han cambiado desde entonces:
1-La población mundial
ha crecido de forma exponencial (ha pasado de los casi 1000 millones en el año
1800 a más de 6000 millones en el año 2000).
2-El despegue técnico que trajo
consigo la revolución industrial propicia una explotación masiva a una
velocidad devastadora. Posteriormente, la Globalización dejó de lado el entorno
natural.
El resultado es que no podemos continuar destruyendo la
naturaleza a la velocidad de nuestras capacidades, puesto que hemos superado el
ritmo de recuperación natural y tampoco podemos asentarnos en poblados (en otro
tiempo, muy eficientes), dado que con el volumen de población actual serían
verdaderos devoradores de suelo.
Por lo tanto, en contra de lo que opina mucha gente, la
arquitectura tradicional o vernácula, que fue eficiente en su momento, no lo
sería si la reprodujéramos hoy en día, puesto que estaba configurada para
satisfacer una serie de condiciones y necesidades que hoy han cambiado. La
nueva ciudad sostenible tiene que responder a los condicionales actuales a
través de los medios técnicos y necesidades sociales de hoy en día. ¿Y cómo es la
ciudad sostenible que cubre las necesidades de la sociedad actual? Tienen que
ser ciudades que respondan a los principales problemas de la sociedad actual: superpoblación,
falta de recursos naturales, altos niveles de contaminación, problemas de
desigualdad social, política, económica, cultural,...
1. Conseguir que la población tenga acceso, a los equipamientos
públicos básicos (transporte público, centros educativos, recogida
selectiva...).
2. Implementar acciones de renovación urbana con el objetivo de
favorecer el futuro de la ciudad consolidada (densidad media-alta).
3. Promover el desarrollo de Huertos Urbanos
4. Reducir las emisiones de CO2 y otros gases nocivos:
a. Apostando por la
eficiencia energética
b. Impulsando las
energías renovables
c. Desarrollando
actuaciones para fomentar los desplazamientos en transporte público, a pie y en
bicicleta
d. Rehabilitando
energéticamente el parque de viviendas promoviendo dentro de las nuevas construcciones la autosuficiencia energética y el reciclaje del agua.
5. Favorecer la economía, la producción y el consumo de
proximidad y comercio-distribución- tejido comercial local.
6. Reducir, reutilizar y reciclar. Empleo de los materiales de
construcción del entorno próximo.
“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la
electricidad y la energía atómica:
LA VOLUNTAD”.
<< Albert Einsten>