Uno de esos quiebros ha sido el fallecimiento de Luis M. Mansilla hace pocos dias. Hemos tenido la fortuna de oirle junto a Emilio Tuñón en multitud de ocasiones y aún no nos creemos que se haya ido. Con una obra tan importante y la cantidad de enseñanzas que ha dejado, será imposible olvidarlo pero el que quizá sea el mejor estudio de arquitectura del pais se ha quedado huérfano.
