Ya en sus primeras obras, Marlon de Azambuja no dejaba de sorprendernos en su necesidad de crear territorios y delimitarlos. En tanto se define a sí mismo como un actor frente al sistema de circulación y creación del arte. Como si de dibujar fronteras se tratara, Marlon responde con diferentes acciones, dibujos y fotografías sobre los espacios que define y los hace existir.